Línea de Tiempo

Julio Augusto Zachrisson nace en Panamá. Realiza sus primeros estudios artísticos en el taller del pintor Juan Manuel Cedeño.

Deja Panamá con destino a México para ampliar sus estudios de arte. Antes de su llegada, recorre durante un año, junto a Maldonado, diferentes ciudades de Honduras, El Salvador y Guatemala, donde exhibe su obra y mantiene contacto directo con la realidad social latinoamericana.

Llega a México. Se matricula en la Escuela “La Esmeralda”, fundada por Diego Rivera y dependiente del Instituto de Bellas Artes. Frecuenta las tertulias de los artistas más jóvenes –donde conoce a José Luis Cuevas, Alberto Gironella, Vicente Rojo y Pedro Coronel entre otros-, que planteaban una alternativa de renovación frente al monopolio ejercido por los grandes maestros muralistas. Desde una postura conciliadora, Zachrisson va configurando su arte. Entre 1953 y 1960, años de permanencia en México, conoce al grabador García Bustos, quien le invita a visitar el taller “Gráfica Popular”. También contacta con el grupo de exiliados surrealistas en el que se encuentra la española Remedios Varo.

En 1958 participa en la I Bienal Interamericana de Pintura y Grabado, celebrada en la ciudad de México.

Pinta al fresco el mural Ciencia al servicio de la Agricultura en el Centro de Educación “Belisario Domínguez” de México, D.F. Conoce al artista Juan Soriano, recién llegado de Europa, quien le enseña entre otros muchos documentos, reproducciones de la serie de grabados La Tauromaquia de Goya. Forma grupo con los artistas Rafael Coronel, Aceves Navarro y Francisco Corzas. Ávido de conocimientos, decide viajar a Europa. Las obras de este periodo de formación están protagonizadas por tipos de la sociedad latinoamericana con un marcado interés social por encima de cuestionas de crítica política.

Antes de salir de México, muestra su primera individual en la Universidad de Panamá. Se matricula en la academia italiana Pietro Vanucci en Peruggia, donde realiza estudios de grabado y cerámica. Recorre diversas capitales italianas, entusiasmándose con el arte del Renacimiento y visita Holanda, Alemania y París.

Llega a Madrid. Tras visitar el museo del Prado, decide quedarse a vivir en la ciudad. Se matricula como alumno libre en la Academia de Bellas Artes de San Fernando para poder trabajar en el taller de grabado. Su apasionamiento por la obra gráfica hace que muy pronto se reúnan a sus alrededor algunos alumnos de la Academia –como Alexanco, Gerardo Aparicio y Marcos Yrizarry-, que aprenden de su experiencia. Una situación que disgusta al que era, supuestamente, responsable del taller, Luis Alegre, director también de la Academia. La solución fue la salida.

Realiza su primera exposición individual en España en el Instituto de cultura Hispánica de Madrid.

La obra que Zachrisson realiza durante la década de los años sesenta, atiende a su compromiso con el ambiente vivido. El conocimiento de la realidad social latinoamericana y el contacto con las condiciones que la dictadura española impone apenas dejan resquicios donde poder respirar aires de libertad. En consecuencia, las críticas se dirigen contra la cerrazón de ideas y la intransigencia a través de la puesta en escena de comportamientos denunciables por su hipocresía. La violencia del claroscuro y la precisa línea caligráfica son los principales recursos expresivos creadores de este mundo imaginario, poblado por seres deformados en su fealdad y miseria o como prolongación de su autoritarismo. En esta etapa son frecuentes las citas a los grandes maestros por los que Zachrisson siente devoción: Goya, Picasso, Mantenga o Velásquez, sin olvidar su admiración por los expresionistas alemanes.

Expone individualmente en la madrileña Galería Forum. Es seleccionado en la exposición “Arte de América y España”, organizada por el Instituto de Cultura Hispánica. Participa en el XII Salón del Grabado y en la muestra “Cuatro Grabadores Contemporáneos”, celebrada en la sala de la Caja de Ahorros Municipal de Pamplona que, al año siguiente, viajó a la galería Alas de Madrid. Mantuvo una estrecha amistad con los artistas Martín-Caro y Marcos Yrizarry, con quienes expone en varias colectivas que recorrieron la geografía española durante los años sesenta. Aunque su obra responde a preocupaciones de tipo universal, son frecuentes las alusiones a determinados episodios ocurridos en su Panamá natal como Muerto en Chimbombó.

Consigue un tórculo y se instala en el que sería su primer estudio en Madrid, en Argüelles, donde recibe la visita frecuente de alumnos que luego serían afamados artistas. Conoce al director de cine Nicholas Ray, que le encarga la realización de un mural para la bodega de su restaurante madrileño Nicca’s. Participa en numerosas exposiciones colectivas. La serie de tres estampas Panamá, 9 de enero es la respuesta contundente de Zachrisson ante la continua dominación americana. De este año son también las series La puerta, Habitantes y Bodegones, suficientemente expresivas de su afán por desvelar los miedos, intransigencia y penuria que hacen tambalear los cimientos de la civilización.

Expone individualmente en la galería Sudamérica en Nueva York y en el Instituto Panameño de Arte.

Recorre con su obra diferentes ciudades latinoamericanas y europeas. Realiza la serie titulada Toro lúdico.

Hallamos un aire fresco y de esperanza en los toros muertos en la plaza que se salvan de su trágico destino cuando Zachrisson los iza al aire en la serie Toros volantes. Este año, realiza individuales en las galerías Seiquer de Madrid, Sobot de Toronto, Wiot de Canarias y en la Casa del siglo XV de Segovia. Participa en certámenes, bienales y exposiciones colectivas de grabado.

Su obra figura en algunas de las más importantes citas del grabado internacional y realiza una individual en la galería Zegrí de Nueva York. Desarrolla el tema de Ícaro, metáfora válida para expresar las contradicciones del desarrollo de los países latinoamericanos y el fracaso en el que termina cayendo el orgullo desmedido, en diferentes estampas como la serie, Caída de Ícaro.

Exposiciones individuales en la galería Seiquer de Madrid y en Galería 5 de Ibiza.

Muestra su obra en las individuales celebradas en las galerías Colibrí de Puerto Rico y Zegry de Nueva York y en la Librairie del Colonnes de Tánger. Continúa participando en los certámenes internacionales de grabado. Tras Ícaro y su fracasado vuelo, toma la alternativa el Astronauta guajiro. Inicia la serie de estampas que tienen su escenario en el circo, espectáculo de ilusión y, al mismo tiempo, lugar donde mostrar la pantomima de la realidad española de esos años.

Expone en la Caja de Ahorros de Antequera y en la galería Seiquer de Madrid. Participa en la muestra colectiva “Eros y el Arte Actual en España”, organizada por la galería Vandrés. Su obra, como la de la mayoría de los artistas seleccionados, fue retirada por la policía.

Exposiciones en Egam de Madrid y en el Instituto Panameño de Arte. Participa en la colectiva “Arte de España/papel” que recorre diferentes ciudades latinoamericanas.

Es uno de los seleccionados en la colectiva “Grabadores del Nuevo Mundo”, organizada por la galería Aele de Madrid, que también lo incluye en la exposición “Dibujos latinoamericanos”.

Expone en la sala Luzán de Zaragoza y participa, entre otras colectivas, en la I Bienal Internacional de Obra Gráfica celebrada en Segovia y en “Contemporary Pintmakers of America”, en Washington.

Muestra su obra en las galerías Italia de Alicante y Trazos dos Santander.

Aunque Zachrisson ha incorporado su imagen en varias estampas, ete año realiza un aguafuerte que titula Autorretrato. Un grabado especialmente sintomático de por dónde iban a discurrir sus preocupaciones plásticas futuras. El artista se nos desvela en el deseo de descubrir su propia historia, lanza una mirada al pasado de su cultura latinoamericana, de la que nunca se había alejado, que a partir de estos años será plasmada de forma más intensa. Paralelamente al grabado, medio en que ha logrado excelentes resultados, Zachrisson inicia la aventura pictórica. El riquísimo claroscuro de los grabados se convierte en su pintura en un torrente de color que da vida a las imágenes rigurosamente elementales.

Expone por primera vez en España su obra pictórica en la galería Aele de Madrid, muy bien recibida por crítica y público. Participa en la colectiva “Arte Actual de Iberoamérica”, celebrada en Madrid.

Muestra su obra en el Instituto Nacional de Cultura de Panamá.

El Instituto Panameño de Arte le organiza una exposición individual y en España muestra su obra en la galería Torques de Santiago de Compostela. El grabado y la pintura caminan por sendas paralelas, descubriéndonos un mundo que pertenece a su memoria personal. Poderosas mujeres, chamanes y personajes procedentes de la cultura tradicional latinoamericana protagonizarán la obra realizada en la década de los ochenta. Son imágenes esenciales que hablan de la historia y del mito. Zachrisson investiga en el interior de las figuras, suprimiendo todo detalle accesorio para subrayar el juego de planos de severos contornos contrastados con la aplicación de una gama muy amplia de color cuya violencia queda aplacada al final del proceso.

Expone en la galería Costa-3 de Zaragoza. Participa en las muestras “El Collage”, organizada por la galería Aele de Madrid y en “Lo mágico en el Arte”, en la galería Rayuela, también en Madrid.

Expone en el Museo Municipal de Bellas Artes de Santander y en el colectivo Palmo de Málaga.

Muestra su producción gráfica en la madrileña galería Tórculo y en la panameña Arteconsult. Estampa, una colección de litografías en el taller de Don Herbert, cuyos protagonistas forman parte de historias fantásticas o plantan cara ante el dominio colonial. Realiza por encargo la serie Guanahní, 12 de octubre de 1492.

Vuelve a exponer en Tórculo. Realiza la carpeta de cinco aguafuertes Polifemos y Galatea, que se acompaña por un texto del escritor Gonzalo Torrente Ballester.

Doble exposición en Santiago de Compostela, en la Universidad de Santiago y en la galería Aitana. Entre las obras realizadas destaca especialmente la sere de seis estampas tituladas La Manigua, en la que Zachrisson vuelve sobre uno de los temas que más le han interesado en la década de los ochenta: la naturaleza en continua metamorfosis y su poder transformador.

El Centro Cultural de la Caja de Ahorros de Vigo organiza una exposición de su obra gráfica, con carácter antológico.

Expone su pintura e la galería Mácula de Alicante.

Es seleccionado en la exposición “El arte de los 60” celebrada en la sala de la Comunidad de Madrid. Vuelve a llamar la atención contra el colonialismo americano en la estampa Panamá, 20 de diciembre 1989. La obra, realizada en los años noventa, acentúa el carácter primitivo de las imágenes pertenecientes a la tradición cultural del país. Línea, plano y color pasan a ser las leyes básicas que rigen la configuración de grabados y pinturas, interesados en devolver a la mirada la esencia y la energía de la naturaleza.

Exposición individual en la Caja de Ahorros de Córdoba.

Exposición de pintura en el Museo de Arte Contemporáneo de Panamá.

El Gobierno de Aragón concede al artista el Premio “Aragón Goya” de grabado, instituido, con motivo del 250 aniversario del nacimiento de Goya. Recibe el galardón de manos de la Infanta Doña Elena de Borbón. Para conmemorar el acto, se realiza una exposición con sus obras.

Realiza una muestra individual en la Sala Zuloaga en Fuendetodos, Zaragoza.

Expone su obra en el Godwing-Ternbach, Museum, en el Queens College de New YorK.

Expone por última vez, hasta ahora, en Panamá, en la Galería Habitante.

Es invitado a exponer individualmente en la Fundación Eberhard Sclotter, Altea, Alicante.

Realiza una muestra de dibujos en la Diputación Provincial de Jaén.

Es invitado especial para mostrar su obra por la Fundación Ciec Betanzos de La Coruña.